En las entrañas de Miranda de Ebro, donde confluyen tranquilidad y sabor auténtico, se encuentra Morcillas Aurora. Este enclave culinario se ubica en el barrio C. Bilbao, 68, en las cercanías del cauce del Ebro, ofreciendo no solo un producto de excepción, sino también una historia y un legado gastronómico enriquecedor.
Morcillas Aurora puede parecer una linda lonja impregnada con el suave y embriagador aroma a cebolla pochada. A priori, podría confundirse con un taller de coches o una tienda de persianas, pero no, es mucho más que eso. Un olor antiguo, que rememora las viejas carnicerías de tiempos pretéritos, nos delata el secreto de su existencia.
Tras el emblemático mostrador de Morcillas Aurora encontramos a José Antonio Simón. Este apreciado conserje gastronómico hizo un gran cambio en su vida al pasar de representante de Tabacalera a dueño de una carnicería, una actividad que requiere pasión y entrega, convirtiéndose en un referente del amor por lo tradicional y auténtico.
Este trabajo te tiene que gustar, yo le he cogido cariño.
El producto que realmente habita en el corazón de la clientela son las morcillas. Se destacan por ser las primeras en desaparecer de la parrilla, y es que estas delicias sanguinolentas son irresistibles. En palabras de Simón: "Preparas la parrilla y es lo que la gente come primero, aunque haya una chuleta".
Pero no sólo la ubicación idílica o la humildad y cariño de su dueño conquistan a los clientes, también lo corroboran con sus opiniones:
Morcillas Aurora no solo es una carnicería, es un legado, una historia de amor por el trabajo y el respeto hacia lo auténtico y exquisito. La pasión, la entrega y el buen hacer son los ingredientes añadidos en la elaboración de sus productos, convirtiendo a este lugar en un referente del sabor y la tradición, una joya que brilla con luz propia en Miranda de Ebro.